miércoles, 6 de junio de 2012

Reportaje a Alejandro Dolina

A ver que nos cuenta Dolina de los juguetes

 

-¿A qué jugaba cuando era chico?
-Al fútbol, a las figuritas y a las bolitas.
-Usted ha descripto una técnica sobre las bolitas...
-Era un juego extremadamente difícil. Se trataba de pequeñas esferas, casi siempre de vidrio, que había que acercar a otras bolitas o meter en pequeños agujeros, en algún piso de tierra. Se jugaba al boyo y quema, al triángulo, al galito, a la troya y a la cuarta. Y cada chico tenía una bolita preferida. Las más hermosas eran las lecheras, todas blancas (...). El juego tenía sus propios cantos o conjuros, y requería de una destreza tan grande que creo que por eso fue desapareciendo ante el auge de actividades mucho más sencillas. Siempre me pregunté a dónde fueron a parar los millones de bolitas que había en esa época, así como la caja de chapitas, el trompo y los autitos con masilla.
-¿Cómo era el balero?
-Consistía en un mango de madera, una especie de lápiz finito del cual colgaba un hilo con una bocha muy pesada, en cuyo polo sur había un agujero en el que entraba exactamente el palito. Había que tomarlo por el mango y revolearlo, imprimirle un movimiento tal, que el hilo fuera trayendo a la bocha, de modo que ésta pegara una vuelta sobre sí misma y el palito quedara embocado exactamente en el agujero. Se requiere mucha práctica para embocar...
- ¿Jugó a la rayuela?
- No, porque era un juego de niñas y los varones no jugábamos a la rayuela o por lo menos a mí me habían dicho eso. Acaso me lo habré permitido alguna vez con una de mis primas, pero no recuerdo que fuera muy divertido...
-¿La billarda?
- Ese era un juego de mi viejo. Creo que había un palito con puntas afinadas y que con otro palo se le pegaba a una punta, entonces el palo saltaba por el aire y allí había que pegarle en el medio como una especie de béisbol...
-Usted dijo que jugaba a las figuritas...
-Las figuritas tenían dos sentidos: lúdico y de colección. Eran rectángulos de cartulina con dibujos de animales, banderas, jugadores, etcétera. Cada (...) figurita tenía un número y había un álbum donde se las podía pegar...
- ¿A qué jugaba con ellas?
- Al puchero, que consistía en soltarlas desde cierta altura y tratar de tapar las que ya había en el piso para poder llevárselas. Medir, que era tratar de dejarla lo más cerca posible de la pared o del retrato, donde se ponía una figurita parada y había que derribarla tirándole otras figuritas...
-¿Y puertas afuera?
-Se podía jugar a la mancha, pero eso era para el recreo del colegio. A mí me gustaba jugar al fútbol, me juntaba con los chicos en los potreros o en la calle, porque no pasaban muchos autos...


¿Qué información creés que nos brinda la entrevista realizada a Alejandro Dolina? Podés charlarlo con tu familia y luego comentar.

1 comentario:

  1. Dolina dijo en un programa que detestaba los juegos de su infancia. Que si hubiese tenido los juegos de ahora los hubiese jugado sin duda. Que los que lo que los hacia especiales era la nostalgia y de las personas con que los compartia

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