-¿A
qué jugaba cuando era chico?
-Al fútbol, a las figuritas y
a las bolitas.
-Usted
ha descripto una técnica sobre las bolitas...
-Era un juego extremadamente
difícil. Se trataba de pequeñas esferas, casi siempre de vidrio, que había que
acercar a otras bolitas o meter en pequeños agujeros, en algún piso de tierra.
Se jugaba al boyo y quema, al triángulo, al galito, a la troya y a la
cuarta. Y cada chico tenía una bolita
preferida. Las más hermosas eran las lecheras,
todas blancas (...). El juego tenía sus propios cantos o conjuros, y requería
de una destreza tan grande que creo que por eso fue desapareciendo ante el auge
de actividades mucho más sencillas. Siempre me pregunté a dónde fueron a parar
los millones de bolitas que había en esa época, así como la caja de chapitas,
el trompo y los autitos con masilla.
-¿Cómo
era el balero?
-Consistía en un mango de
madera, una especie de lápiz finito del cual colgaba un hilo con una bocha muy
pesada, en cuyo polo sur había un agujero en el que entraba exactamente el
palito. Había que tomarlo por el mango y revolearlo, imprimirle un movimiento
tal, que el hilo fuera trayendo a la bocha, de modo que ésta pegara una vuelta
sobre sí misma y el palito quedara embocado exactamente en el agujero. Se
requiere mucha práctica para embocar...
-
¿Jugó a la rayuela?
- No, porque era un juego de
niñas y los varones no jugábamos a la rayuela o por lo menos a mí me habían
dicho eso. Acaso me lo habré permitido alguna vez con una de mis primas, pero
no recuerdo que fuera muy divertido...
-¿La
billarda?
- Ese era un juego de mi
viejo. Creo que había un palito con puntas afinadas y que con otro palo se le
pegaba a una punta, entonces el palo saltaba por el aire y allí había que pegarle
en el medio como una especie de béisbol...
-Usted
dijo que jugaba a las figuritas...
-Las figuritas tenían dos sentidos: lúdico
y de colección. Eran rectángulos de cartulina con dibujos de animales,
banderas, jugadores, etcétera. Cada (...) figurita tenía un número y había un
álbum donde se las podía pegar...
-
¿A qué jugaba con ellas?
- Al puchero, que consistía en soltarlas desde cierta altura y tratar de
tapar las que ya había en el piso para poder llevárselas. Medir, que era tratar
de dejarla lo más cerca posible de la pared o del retrato, donde se ponía una
figurita parada y había que derribarla tirándole otras figuritas...
-¿Y
puertas afuera?
-Se podía jugar a la mancha, pero eso era para el
recreo del colegio. A mí me gustaba jugar al fútbol, me juntaba con los chicos
en los potreros o en la calle, porque no pasaban muchos autos...
¿Qué información creés que nos brinda la entrevista realizada
a Alejandro Dolina? Podés charlarlo con tu familia y luego comentar.
Dolina dijo en un programa que detestaba los juegos de su infancia. Que si hubiese tenido los juegos de ahora los hubiese jugado sin duda. Que los que lo que los hacia especiales era la nostalgia y de las personas con que los compartia
ResponderEliminar